El Club de nuestros amores cumplió 96 años de vida. Godoy Cruz supo ganarse el respeto a nivel nacional y por todas las páginas escritas se convirtió en el más grande del oeste argentino. Un club social y deportivo basado en el sacrificio, la humildad y la buena administración.

Godoy Cruz nació como institución el 1 de junio de 1921 producto de la pasión por los deportes, pero fundamentalmente por el fútbol. Un grupo de amigos decidió, café de por medio, concretar un sueño.

Fue en el recordado y querido “Bar Victoria”, cuando quedó sellada la palabra de honor. “Vamos a fundar un club que nos identifique”, dijo una voz en medio de tanta charla, y así nació el “Club Sportivo Godoy Cruz” siendo Don Romero Garay el primer presidente elegido por asamblea.

Por supuesto que las actividades no estaban sólo relacionadas con el fútbol, también se agregaron deportes como el boxeo, ajedrez, pesas y ciclismo. Así comenzaron a desfilar diferentes personajes que con el correr de los años alcanzarían una gran trascendencia en la historia del club. Tal fue el caso de Feliciano Gambarte, quien en octubre de 1921 se convirtió en el primer preparador físico de boxeo.

Luego de un año de fundada la institución y después de haber disputado algunos amistosos, se afilió a la Liga Mendocina de Fútbol. El Tomba fue uno de los clubes fundadores de la entidad provincial. El primer año, el Tomba disputó la segunda división y en ese mismo campeonato obtuvo el ascenso a Primera, siendo hasta hoy el único equipo de fútbol de Mendoza que nunca perdió la categoría en la Liga de origen.

Pronto se produjo un momento histórico para la vida de los godoycruceños, debido a que se concretó la fusión entre el Club Sportivo Godoy Cruz y el Club Deportivo Bodega Antonio Tomba. Allí nació el glorioso Club Deportivo Godoy Cruz Antonio Tomba.

El año 1923 fue uno de los más importantes para la historia de Godoy Cruz. El primero de noviembre de esa temporada, quedó inaugurado el estadio de fútbol ubicado en calles Castelli y Las Heras, a un par de cuadras de la plaza departamental. El famosos “Potrerito de calle Castelli”.

Allí comenzó la primera etapa de oro de nuestro querido club, con la obtención del primer torneo de Liga, en 1944 y con la marca registrada que quedará para siempre: la base de las inferiores del club, algo que se mantiene hasta nuestros días. Se repitió en 1947 y los logros ya no son casualidad: en 1950 y 1951 se obtuvo el primer bicampeonato y toda la provincia ya hablaba de la estirpe tombina.

El 25 de enero de 1953 se anunció el inicio de la construcción del nuevo estadio. El emprendimiento fue producto de la donación, no sólo del terreno donde hoy está enclavado el Feliciano Gambarte, sino también del aporte económico de caracterizados socios.

El nuevo estadio fue inaugurado el día 3 de octubre de 1959 siendo presidente del club Don Jorge Schmitt. Con la base del bicampeón 1950-1951 se logró la estrella de 1954 y a partir de allí hubo una sequía de 14 años, hasta la merecida vuelta olímpica de 1968.

Así se fue tomando trascendencia hasta llegar al año 1974. En esa temporada el Tomba jugó el viejo Torneo Nacional. Este certamen congregaba a los equipos de Primera “A” del fútbol argentino, junto a los campeones de distintas ligas del país. Los resultados de la primera experiencia nacional no fueron buenos, pero servirían de base para un futuro lleno de logros.

Apuntalado en sus divisiones inferiores, el club comenzó a transitar por durísimos caminos para llegar hasta el lugar que hoy ocupa. Desde 1968 hasta 1989 el club no logró títulos y peleó el descenso salvándose en la última fecha. También fueron años duros.

Llegó el segundo bicampeonato el de 1989-1990 con un equipo memorable de futbolistas surgidos en la cantera del club. Ese plantel fue la base del conjunto que se consagró campeón del Torneo Regional 1994 y obtuvo el ascenso al Nacional B, el logro más importante hasta el momento.

Luego de 12 años en la segunda categoría y un fabuloso esfuerzo en todos los frentes se logró llegar al lugar soñado. Durante la temporada 2006 se produjo el tan anhelado ascenso a la Primera División del fútbol de Argentina. Ganó el Apertura de punta a punta y luego en la final anual eliminó en un recordado partido a Nueva Chicago en tiempo de descuento.

Godoy Cruz descendió al año siguiente, sin embargo el equipo se fue ovacionado del Malvinas Argentinas. El torneo 2007-2008 de la Primera B Nacional depararía buenas noticias para el Tomba; es que tras un largo y único campeonato el club se coronó Sub Campeón, a tan sólo un punto de San Martín de Tucumán. Así obtuvo una de las dos plazas de ascenso directo a la Primera División.

Luego llegó el momento de la participación en copas internacionales, capítulo dorado en la historia del Club. Libertadores 2011- 2012- 2017 y Sudamericana 2011 y 2014 son, y serán por siempre, motivo de orgullo para la parcialidad Tombina. Este año también es histórico ya que el Tomba clasificó a los octavos de final del certamen internacional y se ubica entre los 16 mejores de américa.

Esta etapa de crecimiento sostenido del club permitió la construcción de dos obras de inmensa importancia para su vida social y deportiva. Hablamos del Predio de Alto rendimiento de Coquimbito y la nueva Sede Social de Balcarce 477. Ambos proyectos demandaron inversiones millonarias, llevarán a la institución a un nivel de excelencia que pocos clubes del fútbol argentino han podido alcanzar.

El cuento no parece tener final. Día a día, el viejo y querido Expreso demuestra porqué es el club más grande del oeste argentino.