En el fútbol, como en la vida, los momentos de adversidad nos ofrecen al menos dos caminos para elegir: Huir o continuar.

Huir implica romper con todo aquello que se ha construído. Es la salida fácil y suele no dejar ningún aprendizaje.

Continuar, por el contrario, es el camino más difícil. Porque obliga, entre otras cosas, a confrontar con los demonios internos y externos y a discriminar lo que se hizo bien de lo que se hizo mal para rescatar un aprendizaje.

Luego del traspié ante Tigre, los jugadores del Expreso volvieron al hotel de concentración y, por la mañana, entrenaron en los espacios verdes y canchas del Hindú Club de Don Torcuato.

Reducido. Tigre. HinduLejos de dispersarse, el plantel de Godoy Cruz eligió quedarse, eligió el camino de la continuidad, el que deja una enseñanza, el de la construcción de proyectos.

Los resultados llegarán, porque son un agregado del trabajo, lo importante es saber que un futuro mejor es posible, y que hay que seguir trabajando para alcanzarlo.

No hay que olvidarse que en el fútbol, como en la vida, siempre hay revancha.