Luego de pagar 83 días de suspensión por el informe de Ariel Penel tras la derrota del Expreso ante Independiente de Avellaneda en la era de Daniel Oldrá, el Morro volvió a ponerse la casaca 18 del Expreso. Contra Lanús y de visitante, el Morro regresó a la competencia oficial tras los amistosos de pretemporada.

En los primeros minutos la pelota no le llegó mucho al artillero tombino, siempre de espalda debió debatirse con Pérez y Burdisso. A los 13’, un remate de Henríquez le cayó cerca del área pero no pudo controlar acusando una marca del marcador que Abal no cobró. Cuatro minutos más tarde quedó en una buena posición, pero el juez le cobró falta en ataque.

A los 35’ peinó un centro de Juan Andrada en una pelota parada y los defensores del dueño de casa la sacaron al corner. A los 45’ guapeó y cedió para Tomás Badaloni que cayó en el área, el juez consideró que no existió falta.

En la segunda parte el Morro tuvo acción en primeros minutos como asistidor, inició la jugada que terminó en el gol anulado a Burgoa. Después fue quedando lejos de la pelota, aunque su sola presencia en el área siempre intimida.

En los últimos 15 minutos del partido retrocedió unos metros para jugar casi de enganche ante los ingresos de Lomónaco y Merentiel que se ubicaron junto a Badaloni en el frente de ataque. No fue el regreso esperado del Morro, no pudo anotar, pero aportó entrega y sacrificio en la derrota ante Lanús.