Santiago García volvió a ser clave, otra vez se encargó de abrir los caminos de una victoria clave. El Morro entiende el juego como pocos y sabe cuándo acelerar, cuándo frenar, cuándo pasar y cuándo ceder el balón. Se equivoca muy poco y administra sus energías con criterio fenicio.

Contra Temperley en el momento más bravo del partido, con el 0 a o clavado y el rival atacando, se llevó todas las marcas al punto penal y dejó el callejón libre para que Verdugo tirara un centro perfecto que nadie tocó y se mandó a las piolas. Mano de obra del pibe con autoría intelectual del Morro.

Apenas había comenzado el complemento a los 7′ y tras una exquisita media vuelta, agarró a contrapierna a una defensa desacomodada y tras la salida de Ayala decretó el 2 a 0 clave para llevar tranquilidad al pueblo bodeguero.

 

No pasaron muchos minutos y tras un envio otra vez de Verdugo, Ayala dejó el rechazo corto y el delantero con todo el tiempo del mundo definió a un ángulo para estampar el 3 a 0 lapidario. Quedó tiempo para un mano a mano que el portero visitante atajo y una patada criminal de Nani que se llevó la amarilla.

A los 34 del complemento se fue reemplazado por Diego Riolfo en una marea de aplausos y ovaciones: «Olé, olé, olé Morro, Morro», para el máximo goleador extranjero de la institución con 30 goles. Otra tarde de gloria del Tomba de la mano del Morro García.