La educación es el transporte hacia el futuro, el mañana pertenecerá a quienes se preparen para él el día de hoy. Godoy Cruz no es ajeno a esta situación y tuvo una enorme iniciativa para fomentar, no sólo el desarrollo deportivo, sino que también el desarrollo educativo y personal de los jóvenes que integran sus divisiones formativas de fútbol.

Hay decenas de chicos que han dejado atrás a sus pueblos de origen, familias y amigos, para aterrizar en tierras mendocinas y luchar por su máximo anhelo con la camiseta del Tomba. Muchos de ellos, más precisamente 29 jugadores, posan su estadía en el hotel  Valle Azul, con ubicación en el centro de la provincia. Con edades que van desde los 14 hasta los 20 años, se apoyan unos a otros para transitar el camino de sus sueños, lejos de casa.

Hace ya más de un año que Cristian y Patricia Travaglini, dueños del hotel y también papás de un jugador del club, abrieron las puertas para alojarlos y su vida cambió rápidamente, ya que, debido a la gran cantidad de chicos que albergan, ellos también asentaron sus vidas entre las paredes del establecimiento. Ahora, además de la compañía y la contención diaria, también apoyan el nuevo proyecto del club: que los juveniles terminen el colegio secundario.

«Están entusiasmados y están aprendiendo. No hemos tenido ningún problema con ninguno, es un grupo de buenos chicos, ninguno te falta el respeto y eso es importantísimo. Estamos encantados con todo esto» – Cristian y Patricia Travaglini

Bajo el comentario que aseguraba que había un grupo de adolescentes concentrado en el lugar, el Cens 3408 Belgrano Educador –ubicado en la sexta sección-, con la dirección de Ennio Gallina, tomó la iniciativa y ofreció llevar un aula satélite, es decir, que los docentes se trasladan a donde se encuentra un grupo de personas que quiera terminar la secundaria. El proyecto tomó forma hace más de un mes, cuenta con 15 docentes itinerantes y son 35 los jugadores que asisten a las clases para terminar sus estudios; ocho de ellos ya están en el último año.

El programa de trabajo abarca los cinco años de secundaria y los chicos están divididos en grupos de acuerdo al año que cursan. La metodología es semipresencial, cursan de lunes a jueves por las noches un promedio de dos horas, y se basa en cartillas explicativas y prácticas que los profesores van explicando y que ellos pueden rendir a medida que las van terminando.

Uno de los objetivos más fuertes del programa es reforzar la comprensión lectora de los chicos, ya que la dificultad de la misma se debe a que algunos hace mucho tiempo que no asisten a un colegio. Desde la institución, aseguran que es un proyecto totalmente innovador en el ámbito deportivo y que es una gran apuesta para incluir a los chicos en el sistema educativo.

Godoy Cruz no hizo oídos sordos ante la situación y, no sólo que apoyó la iniciativa, sino que también está presente en el día a día. Esto último es a través de Viviana Álvares,  una de las coordinadoras del fútbol amateur del club, quien, además de estar con los chicos diariamente en los entrenamientos, asiste todos los días a las clases y los acompaña en lo que sea que necesiten; sin dudas, es uno de los principales pilares del proyecto que trabaja para que funcione y de sus frutos en un futuro no muy lejano.

«Son chicos que tienen muchas ganas y están entusiasmados. Me da mucha alegría que los chicos puedan estudiar porque es una herramienta importante para el futuro» – Viviana Álvares.

Por otro lado, cabe destacar el esfuerzo que realizan los jóvenes ya que llegan de los intensos entrenamientos y asisten a las clases, hasta incluso los casos que no viven en el hotel, es decir, que implica un viaje más de ida y vuelta. Los chicos apoyaron la idea desde un comienzo y se muestran muy entusiasmados y comprometidos con el proyecto, ya que son conscientes de la importancia que tienen los estudios, pese a que su proyección de vida sea con la pelota entre los pies.

«El proyecto está muy bueno, me siento bien y cómodo, es una posibilidad que no lo tienen todos los clubes. He estado en otros clubes y no ha pasado que en la pensión tengan el colegio y que los profesores vengan, es muy positivo» – Francisco Gallegos, jugador ’98.

Contextualizados en un presente donde la educación tiene un papel protagónico, con este proyecto Godoy Cruz aporta su granito de arena en la lucha por un cambio positivo. Porque como reza el rock, creo en esas tardes que viví jugando a la pelota, creo que educar es combatir…